POR QUÉ PARADIGMAS EN LA GERENCIA EDUCATIVA

Es innegable que los avances tecnológicos, científicos y de las comunicaciones han instaurado nuevos paradigmas en todos los ámbitos del saber humano. La renovación y las transformaciones constantes de la información también es un punto a favor del desarrollo de nuevas filosofías relacionadas con los alcances prácticos y el avance de la cultura.
En este sentido, los paradigmas, término que indica de por sí, modelos o enfoques para visualizar las diferentes problemáticas, aún cuando pudieran parecer restrictivos, permiten comparar puntos de vista diferentes para asumir la resolución de los problemas educacionales enfocados desde la perspectiva de la gerencia educativa. Tal y como explica Montero (2004) el paradigma es un:

Modelo constituido por un conjunto sistemático de ideas que presenta relaciones e interpretaciones acerca de la actividad humana, de sus productores, de su génesis, de sus efectos sobre los seres humanos y sobre la sociedad, señalando modos preferentes de hacer para conocerlos (p.30).


De esta manera, los paradigmas también corresponden a determinadas situaciones históricas y a los diferentes modelos que el ser humano ha elegido aplicar. De allí, que la toma de decisiones desde el punto de vista de la gerencia educativa, tenga un papel primordial en la aplicación de determinados paradigmas.
Al respecto, Manes (2008) considera que desde la perspectiva de la gerencia educativa es fundamental asumir la potencialidad de los nuevos paradigmas, ya que gerenciar en educación representa un:

Proceso de conducción de una institución educativa por medio del ejercicio de un conjunto de habilidades directivas orientadas a planificar, organizar, coordinar y evaluar la gestión estratégica de aquellas actividades necesarias para alcanzar eficacia pedagógica, eficiencia administrativa, efectividad comunitaria y trascendencia cultural. (p.17).


Como se puede observar, son muchos los paradigmas que se integran unos con otros, porque sería imposible separar, por ejemplo, lo tecnológico de lo humanístico, lo social de lo político y lo educativo de lo comunitario.

Sin embargo, uno de los principales problemas que afronta la educación venezolana es la falta de nuevos criterios para asumir desde la gerencia educativa esos desarrollos tecnológicos, científicos y en el campo de las ideas, porque se percibe inclinación hacia la conveniencia política de los enfoques que se aplican para los procesos de la enseñanza y el aprendizaje, los cuales tienen una alta carga ideológica.
Por otra parte, existe un “empobrecimiento” de la visión de gerenciar la educación, que solo se entiende como una forma de administrar una empresa y no con el sentido de crear relaciones, estructuras funcionales, eliminar la burocracia y mantener un personal que esté cada día más capacitado para asumir los retos difíciles de la actualidad. Esto lo corrobora, González de Tromp (2009) doctora en Ciencias Gerenciales quien afirma que “En el ámbito de la educación venezolana continúa la praxis de una acción gerencial controladora, rígida, vertical, tímida y eminentemente administrativa, siendo uno de los aspectos que contribuyen al deterioro del actual sistema educativo” (p.2).